sábado, abril 01, 2017

ALEJANDRO VI PAPA MALDITO

Un reciente viaje a Madrid -donde me encuentro- me habrá obligado a ausentarme por pocos días de mi cita diaria en este blog que aquí reanudo con más fuerza y resolución que nunca
Lucrecia Borgia, hija del papa Alejandro VI, en un cuadro celebre del Renacimiento italiano. En la novela “A los pies de Venus” de Vicente Blasco Ibáñez se atribuye el clisé mas emblemático sin duda de la Leyenda Negra en sus prístinos orígenes – a saber el de judíos/conversos (marrani)- a la lucha de clanes pontificios en la Roma renacentista y en particular a los enemigos del papa Borgia al que aquellos  (Blasco Ibáñez díxit) trataban de “marrano” por odio (sic) al extranjero. Lo que viene a ilustrar la tesis que defendí hace algún tiempo en este blog de los orígenes romanos -y eclesiásticos (a saber al interior de la Roma papal)- de la Leyenda Negra anti-española, la gran laguna, en nuestra modesta opinión, de la obra reciente -sin duda de gran valía- sobre ese tema
En la obra de reciente aparición sobre la Leyenda Negra que ya comenté aquí en repetidas entradas su autora daba por probado el rigen de aquella, a saber los humanistas italianos (sic) sin mayores precisiones o abundamientos. Y en una obra que cae ahora en mis manos -a mi paso por la Biblioteca Nacional de Madrid- de Vicente Blasco Ibáñez sobre la Roma papal renacentista se viene a refutar de forma indirecta aunque solo sea ese pretendido origen de la Leyenda Negra que en la óptica de esa novela histórica vendría a ser un producto de las luchas intestinas en la cumbre del poder papal, en la Roma pontificia entre familias rivales y en particular de la oposición que suscitó el pontificado de Alejandro VI, el único pontífice español en la historia de la iglesia que acarició el sueño de unificar la península italiana, y curiosamente el único que pasa por haber sido un papa dudoso en la historia de la iglesia entre papa y anti papa por su vida escandalosa (que era la tesis que se defendía y enseñaba hace cuarenta años en el seminario tradicionalista de Ecône)

Blasco Ibáñez como Unamuno son un “problema” para el autor de estas líneas. Por la significación mayormente que se atribuye a su trayectoria de ambos. El segundo de los nombrado inseparablemente asociado a la generación del 98 de la que resultaría la figura mas emblemática, y que en la óptica de la autora (pofesora universitaria) de la obra sobre l leyenda negra que evoco más arria no supo (sic) afrentar los desafíos históricos de España de su época y en particular la derrota en la guerra contra los Estados Unidos. De Blasco Ibáñez cabe decir algo análogo en la medida que es un figura coetánea y como al aunque solo sea próxima de la generación del 98 aunque los “generacionistas” no le considerasen uno de los suyos. ¿Por qué? Una pregunta que merece indagación y escrutinio atentos urgentes y circunspectos sin lugar a dudas.

Y sea tal vez por la faceta erótica -sin escrúpulos ni tapujos- que revista la obra el valenciano, y por le neo paganismo que defendía abiertamente que dejaba traslucir en particular en sus novelas históricas, entre las cuales “A los pies de Venus” en las que se reivindica las figura del papa Alejandro VI, y la de su hijo César Borgia que Nietzsche reivindicaba en su obra tardía “El Anticristo”-en la cumbre sin duda del conjunto de su obra- , como un personaje clave en la historia de la civilización occidental. Entre los pocos nombres (nótese bien) que en esa obra de denuncia se merecen elogio
“A los pies de Venus (los Borgia)” Novela histórica de Blasco Ibánez donde se exhuma y reivindica y rehabilita la figura del papa español -y valenciano- Alejandro VI, y de su hijo César Borgia que le merecería los mayores elogios a Federico Nietzsche en "El Anticristo" Blancos de una leyenda difamatoria los Borgia, de clanes rivales pontificios -como lo denuncia el autor de esa obra- que sería la matriz de la Leyenda Negra anti-española (con mayúsculas) Donde se catalogaba a a aquellos de judíos conversos (“marrani”), por odio (sic) al extranjero, como escribe Blasco Ibánñez. Y esa clarividencia histórica hay que reconocérsela al celebre autor valenciano, un escritor profesional protegido del mercado editorial internacional de su tiempo como lo sería Miguel de Unamuno en los ámbitos académicos europeos. “Para mí, Unamuno es un problema", decía Ortega y Gasset. Lo mismo podría decir el autor de estas líneas de Blasco Ibáñez, que escribió su célebre best-seller internacional de “Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis” -una trilogía sobre la Gran Guerra- por encargo del presidente de la República francesa, como fue el caso de Unamuno y de su “Sentimiento trágico de la Vida”

1 comentario:

PREFERENS dijo...

HUBO OTRO BENEDICTO XIII AL QUE DESTRONARON LOS DEICIDAS GENOCIDAS CANONIGO DE LA SEO Y MECENAS. EN LA SEO NO SE ENSEÑA LA CAPILLA DE DOMINGITO DEL VAL Y UNA GUIA JUDEO ALEMANA QUE NOS ENSEÑABA ESTE HERMOSO TEMPLO A LOS VIEJOS DEL INSERSO EMPEZÓ A DIFAMAR A SAN PEDRO DE ARBUES MUERTO AL PIE DEL ALTAR POR LOS JUDIOS. YO PROTESTÉ. ESTÁ VISTO QUIEREN DAR LA VUELTA A LA HISTORIA. UNA PENA PERO ES LA HORA DE LA VENGANZA Y TIENEN A ESPAÑA AGARRADA POR LOS MISMISIMOS. OBJETIVO ACABAR CON NUESTRA HERMOSA PATRIA ESPAÑOLA GRACIAS. POR TU COMENTARIO SOBRE EL GRAN ALEJANDRO VI EL FAUTOR DEL TRATADO DE TORDESILLAS