ENTRE SUSANA Y CUATRO CAMINOS

Memoria y democracia. Contradictio in terminis. Un oximorón lo llaman los lingüistas. Como lo viene a ilustrar el proyecto de ley que acaba de aprobar la junta de Andalucía. En Andalucía pervive una doble memoria -irreductiblemente antagonista- sobre la guerra civil, tal vez como en otras regiones españoles, se me dirá, pero allí sin duda mas que en ninguna otra, por tratarse de la región de España -¿por ser la más meridional, por ser “España del Sur”?- donde la guerra civil tuvo más de lucha de clases, como en este blog lo vengo manteniendo contra viento y marea, y también en cierta forma -y que nadie se escandalice- de una guerra del Norte contra el Sur. Los andaluces son tan españoles como cualquiera, pero la Historia de España con sus grandezas y fracasos pesa allí tal vez más que en cualquier otra región española, por lo que sea. ¿Por hallarse más al Sur? No lo sé. ¿Memoria democrática? Considerada la formula en sí, cabe decir que esa ley de coyuntura (y de circunstancias) viene a añadir un bemol por flojo que sea al guerracivilismo de la ley de la Memoria Histórica (de ámbito nacional) Más moderada y menos guerra civilista también que la memoria de la izquierda a secas, que es lo que pretende encarnar -secreto a voces- el rival (cuatrocaminero) de Susana a las elecciones de su partido. Y entre sevillanas rocieras -por muy rojas que sean- y guerracivilistas cuatro/camineros, mi apuesta (de madrileño de nacimiento) aquí todos ya la conocen. Tapándome un poco es cierto la nariz -que no los ojos- y los oídos