viernes, enero 06, 2017

CABALGATA ANTI-REPUBLICANA

Aspecto del cometa Halley (1910) visto desde Nueva York, en una foto tomada desde la Quinta Avenida. Tras lo que volvería a hacer reaparición en noviembre del 85 (en el momento de mi salida de la cárcel portuguesa) Por supuesto que se le asociaría de antiguo a la estrella de Belén, a la que le habrán atribuido los más diversos origenes en el plano científico, y astrológico. Y es un hecho innegable que la astrología, el estudio de los astros, fue basamento primerísimo en las mas diversas ramas del saber de los tiempos antiguos. Y los volvería ser en el acelerón que darían los avances en materia de astrofisica en los tiempos modernos, y en particular en el primer tercio del siglo XX, que correría parejo con el resurgir de antiguas cosmogonías mas o menos estrechamente ligadas al universo ideológico del nacionalsocialismo
Tras la polémica desatada el año pasado por las innovaciones que ellos mismos impusieron, el nuevo equipo consistorial al mando de la nueva alcaldesa Carmena habrán dado este año marcha atrás, de vuelta a la versión mas tradicional de la cabalgata de los Reyes Magos. Signo inequívoco de la fuerza de arraigo de lo irracional y de las tradiciones, de unas más que otras también eso es cierto. La cabalgata de Reyes es una tradición propiamente española salvedad hecha de casos de carácter local regional en otros países más o menos esporádicos, anecdóticos o minoritarios. Y es una tradición propiamente monárquica, por descontado, que al equipo republicano instalado en la alcaldía de la capital de España les traería sin duda -a las pruebas me emito- serios problemas e conciencia. Los reyes magos son una tradición cristiana, pero su origen se confunde con lo mas rancio de la Antigüedad Clásica, léase el paganismo antiguo.

En todos los grandes autores de la Antigüedad en lengua griega los magos (sic) se encuentran presentes, ya sea como adivinos, ya sea como astrólogos, como sacerdotes o brujos, o como profetas y se verían elevados a la categoría de reyes en la tradición del cristianismo europeo de signo “constantiniano” tanto en su versión ortodoxa como en la versión arriana que importarían en España los visigodos, como lo ilustra un autor emblemático -Cesáreo de Arlés- del periodo del reino visigodo de Tolouse (o de Tolosa) que duro cincuenta años antes de la derrota de aquellos a manos de los francos, y a cuyos monarcas aquél (nota bene) profesaría siempre sumisión En Bélgica donde resido, la fiesta de los reyes magos no existe, pese a la forma monárquica de gobierno, no es óbice que la tradición del belén no deja de estar presente (un poco) en la vía publica y se diría que este año -detalle fortuita o no- sus presencia se ha intensificado en ciertos establecimientos públicos de Bruselas.


El otro símbolo mayor casi tan emblemático como l estirpe egregia de los magos de Oriente lo es la estrella de navidad (léase de Belén) También se nota desde las fiestas de hace dos años un ligero y no menos palpable resurgir de aquella en las calles de ciertos barrios de Bruselas de las que había desertado -sin duda por la presión inmigrante (e islamizante)- desde hacia ya un bien rato. La estrella de los reyes magos también tiene un origen pagano y se habrá prestado a las mas variadas hipótesis de carácter científico ten los tiempos modernos, Una nova o una supernova, una estrella fugaz, o un cometa, que se habrá identificado a menudo con el cometa de Halley, de una cargazón legendaria y una fuerza de atracción considerable como pudo comprobarlo el autor de estas lineas en noviembre de 1985 con ocasión de su paso los cielos de nuestro planeta por ultima vez, condiciendo -como por causalidad- con mi salida de la cárcel portuguesa. Una vieja tradición medieval y renacentista -la leyenda del Preste Juan que guió a los portugueses en su incursiones por el Océano Índico- hacía de esta figura legendaria un descendiente de los magos de oriente.

La astrología fue un basamento importante en todas las ramas del saber de los tiempos antiguos y es un hecho innavegable que se encuentra en el origen de la astrología moderna y contemporánea. Incluso su presencia es innegable en la escolástica medieval como lo ilustran la Summa Teológica de Tomas de Aquino y en general el conjunto de su obra plagadas de citas y referencias astrologías. El nacionalsocialismo conoció un resurgir de la astrología antigua mezclada con cierto tipo de cosmogonías que se mostrarían fantásticas por demás y estrafalarias. Es un hecho histórico innegable como sea que los grandes avances de la astrofísica que acabarían desembocado en la bomba atómica llevan una impronta indiscutiblemente alemana, de justo de antes del derrumbe del III Reich.

Este año Baltasar vuelve a ser negro por las calles de Madrid. Negro de verdad. Lo blanco es blanco y lo negro es negro, reza el viejo refrán, Y entre lo blanco y lo negro por supuesto que acaben los matices, que separan y acercan uno y otro polo al mismo tiempo. En Siria -signo de los tiempos- se habrá vuelto a celebrar la navidad este año, como un mensaje de paz y de año nuevo y vida nueva, al cabo de cinco años de conflicto. Como una señal de arranque de nuevos tiempos y nuevos vientos. Y se nos antoja a algunos que esos vientos se habrán dejado sentir -de un somo suave al menos- en la cabalgata de reyes madrileña de este año. Que con su sola presencia viene a conjurar no pocos fantasmas.

El fantasma del miedo, par comenzar. Del miedo al miedo. A la guerra civil, en resumidas cuentas: léase, a un resurgir de la misma al cabo de ochenta años. Cinco años después no obstante de la movida (republicana) de la Puerta del Sol la cales del centro de Madrid se engalanan para recibir y festejar una cabalgata de un innegable signo anti-republicano (se quiera reconocer o no se quiera) Y a fe mía que esa es una buena noticia. Buena Nueva, la mejor de todas!

No hay comentarios: