martes, febrero 02, 2016

ESPAÑA EN LA ENCRUCIJADA

Prim, un espectro que resurge con fuerza a favor de la crisis política que estamos viviendo los espanoles, y de la mayoria de cambio y progresista (sic) -a falta de poder pregonar (por razones obvias, de aritmética electoral entre otras) el frente popular (o frente de izquierdas)- que viene esgrimiendo el que acaba de verse encargado por el monarca de tratar (sic) de formar gobierno. Icono emblemático de militar demócrata progresista -y conspirador y monárquico (anti-borbonico) al mismo tiempo-, el general Prim es una de esas cajas negras de nuestro siglo XIX tan hermético por tantos conceptos y tan incomprensible. Exponente ilustre de aquellos espadones (sic) -unos moderados y conservadores y otros liberales y progresistas- que fueron (Ramiro Ledesma dixit) lo único de valor politico que produjo aquella centuria espanola. Los de Podemos y sus compañeros de viaje parecen en cambio que quieran retrotraernos a lo menos valioso y relevante políticamente hablando -por lo civil y parlamentario-, del siglo antepasado (y de su liberalismo decimononico) ¿Dónde está Prim?
se oia sin parar -como un grito de alarma o senal de alerta o llamada de socorro- en la Espana de su tiempo. ¿Donde está la autoridad en esta España en crisis y al borde del precipicio las horas que corren? tendríamos que preguntarnos de urgencia ahora
¿Vamos hacia una nueva "carmenada" esta vez a nivel nacional? No creo en las meigas pero hay las. La posibilidad de una investidura a golpe de calculadora (del suma y sigue) se asoma al horizonte amenazadoramente las horas que corren.

El "tamayazo" a nivel nacional es una hipótesis hoy por hoy remota como se demostró hace meses en la elección de la alcaldesa madrileña, igual o casi de remota -como no deja de ponerlo de manifiesto la prensa hoy- lo es también la del voto en conciencia (anti-separatista) que algunos adversarios de la investidura de Pedro Sánchez vienen ardientemente acariciando los últimos días.

Y es algo tan remoto no porque los diputados -sea cual sea su etiqueta- no tengan conciencia, sino porque el sistema da primacía al partido político por encima del individuo, sea éste simple votante o cargo electo. Y no deja pues resquicio a penas a la disciplina férrea de partido (del voto a mano alzada) En esas condiciones, la figura del rey -y su papel en el proceso- vuelve a mostrarse, entre irrupciones y eclipses (aparentes) -como en el juego del escondite- decisiva y determinante.

Y la cuestión viene a plantearse ahora en unos términos no cabe más crudos. Un candidato, el del partidos más votado, quiere ir claramente a nuevas elecciones, el otro, el del segundo partido más votado -mucho menos que el primero- quiere ir claramene a la investidura sin un proyecto claro no obstante y sin mas perspectivas (casi) que las que le hacen acariciar los cómputos de su calculadora -o de sus contables-, propiciando así un escenario surcado de presagios de lo más negros, y desafiando así al mismo tiempo al conjunto de la sociedad y no solo a sus rivales políticos.

¿Está obligado no obstante a darle luz verde el monarca? La cuestión es de difícil resolución en/democracia, porque un monarca constitucional, no está (sin duda) por encima de la constitución -un presidente USA en cambio si que está por encima de la ley (...)- pero si lo está por encima de simples mayorías aritméticas, como la que se esta esgrimiendo ahora. Los pueblos que no aprenden de la historia están condenados a repetirla, y la misma regla se aplica también a sus monarcas

Al dia sigiente de las elcciones de abril del 31 no habia una mayoria republicana, lo que sí habia era una voluntad clara de ruptura que acabó imponiendose frente a las vacilaciones e indecisiones del campo contrario (anti-republicano) encarnadas en la persona del monarca que ensayó todas la alternativa contemporizadoras antes de la aceptacion del hecho consumado a la que acabaria viéndose abocado.

Y en el caso de Alfonso XIII cabe decir que esa voluntad politicaa se vei disminuida o fuertemente debilitada por la hipoteca que hacian pesar sobre el sistema politico en la Espana de entonces y sobre la propia monrqia, primo, el desastre de Annual , y también (notese bien) el desenlace de la Primera Guerra Mundial -donde España fue netral (como en la Segunda)- aun presente en los espíritus y vivaz en los recuerdos.

Ese chantaje no parece hoy posible por más que la izquierda siga esgrimiendo y enarbolando a las claras y en cuanto que la ocasión se presen la memoria historica de lo vencidos de hace (casi) ochenta anos, léase de la II republica del 14 de abril del 31. De momento no lo hacen o no lo hacen de forma abierta, pero está claro que que en caso de que su candidato lograse (de milagro) la investidura habria sonado la hora de todo los chantajes y de los retos más maximalistas, léase guerra civilistas (e insureccionales).

Y el camino ya se lo está señalizando la actual alcadesa madrilea lanzandose por su cuenta y riesgo en una campaña de defenestraciones que prometen ir lejos (si no se para esa locura)

La desesperacion de la izquierda -y me refiero en particular a la izquierda española (gerracivilista)- es un viejo espectro amedrentador (todo de blanco) que se me apareció por vez primera en Bélgica tras la caida del Muro -y de la Unión Soviéica- encfnada en rostros de espanoles de la emgiracion -orates vilentos y peligrosos (jovenes o viejos)- que sin duda vieron en aquella efemérides de alcance tan incalculable -a escala del plent- sus sueños hechos añicos de volver a España de triunfadores tras un hipotético asalto al palacio de invierno -léase al del Pardo primero, y después, al de la Zarzeuela- que venian alimentado de padres a hijos una mayoria de los protagonistas de aquella corriente emigratoria (como ya lo tengo denunciado)

Y es algo que me parece ahora reconocer de nuevo tras el rostro y la silueta -y la expresion del semblante- del actual candidato socialisa a la investidura. ¿Deberia Rajoy haber dado él primero el pso? Muchos nos lo tenemos pensado. No quiero deci no obstante que su inaaccion (aparente) sea una cuestion de puro cálculo ni de falta de voluntad politica. Rajoy y Cambó, compraaciones odiosas.

Esta claro que no son figuras comparaes. Y lo que está también claro es que Rajoy es un auténtico comodin para el rey, y el otro comodin que se le ofrece no es mas que una carta marcada (en la mente de todos) Y a punto de terminar estas lineas, me llega el desenlace de las reuniones de hoy en la Zarzuela. El rey encarga al lider socialista no de formar gobierno sino de tratar (sic) de formar gobierno apenas. Lo que en Bélgica se llamaria un explorador, que raras veces llegan ellos mismos a la investidura.

¿Una mayoria progresista (sic) al poder? Primero tendríamos que aclararnos en lo que hay que entender por ese apelativo tan fetiche y tan talismanico. Lo que si está claro -y ahi estriba sin duda o mas amenazador del desafio- lo es la evocacion por esa formula, de las honduras mas imnetrables =y hermeticase incomomprensibles- del siglo anteapsado, cuando nacio ese sueno republicano que gravita ahora sobre los voceros de la mayoria progesista o del cambio.

El exponente más ilustre no obstante del progresismo decimonónico aquél, el general Prim, no era republicano. Sino un espadón y un conspirador nato (filo monárquico) ¡Vivir para ver fantasmas míos!

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