martes, septiembre 17, 2013

HIPOTECA JOSEANTONIANA EN CATALUÑA (desmitificando urgente)

'Destino' fundada en Burgos durante la guerra, fue reanudada en Barcelona en la posguerra por Ridruejo y sus amigos falangistas, y siguió desde muy pronto una deriva liberal y catalanista. De todas sus firmas, la de Josep Pla fue sin duda la más emblemática. La revista acabaría en manos de Jordi Pujol y de la Banca Catalana (diciembre del 74) En ella colaboró largo tiempo Francisco Umbral. Su alergia a la figura de Ridruejo venía tal vez de allí
Hablé en una de las crónicas de mi difunto blog de la hipoteca (sic) de las ideas/joseantonianas (de algunas de ellas sólo además), lo que me habrá ganado incomprensiones y pienso que sordos resentimientos también (ya se les pasará) pero a fe mía que no me arrepiento. Y la actualidad de mi tesis, novedosa (lo confieso), y transgresora y desmitificadora y en cierto sentido iconoclasta -en la medida que viene a demoler o a echar por tierra todo el culto iconográfico centrado en torno a la figura del Ausente tras su muerte- vuelve a ponerse ahora clamorosamente de manifiesto tras la celebración de la Diada separatista y de los incidentes -en Madrid y en Barcelona- que la acompañaron y del debate ancho y profundo e interminable (se diría) al que aquellos habrán dado lugar en algunos foros de opinión lo mismo que en la prensa audiovisual como escrita.

Porque algo en lo que tal vez nadie había caído en la cuenta hasta ahora y el primero de todos, el autor de estas líneas (humildemente también lo confieso), lo es la hipoteca tremenda de toda una visión idealizada -que me diga mitificada- de Cataluña y del pueblo catalán (sic) de la que se vería lastrado el futuro y al convivencia de los españoles desde el final de la guerra civil. Tal y como se vería encarnada en la figura del fundador de la Falange y transmitida para la posteridad por algunos de sus principales discípulos y divulgadores (o corifeos) y me refiero en primer lugar de todos ellos a Dionisio Ridruejo.

Los falangistas del grupo del 36, los "laínes" les llamaba Umbral, dieron nacimiento al final de la guerra civil a la revista "Escorial" en Madrid, y en Barcelona a su vez a la revista "Destino" La primera murió de muerta natural tras el final de la segunda guerra mundial (y la derrota de los nazi/fascismos), la segunda en cambio sobrevivió -bajo la égida del prestigio y de la autoridad/moral de Ridruejo- y se convertiría en vivero de catalanismo político indiscutible, ya en los tiempos del tardo/franquismo en una evolución irreversible que se vería consumada justo en vísperas de la muerte de Franco y del inicio de la transición cuando el grupo editorial que ostentaba el título aquél caería fatalmente bajo la órbita del catalanismo de Jordi Pujol y de su partido.

Y ese es es precisamente -se me antoja- el telón de fondo histórico y ambiental insoslayable de un capítulo importante en la trayectoria biográfica y profesional de Francisco Umbral -el de su relaciones contactos con Cataluña- que fue muchos años colaborador de Destino tal y como sabe ponerlo bien de relieve su biógrafa Ana Caballé -barcelonesa y catalanista (moderada), por mas que escriba y publique y venda libros en castellano (...) - en la obra que dedicaría al autor de la Leyenda del César Visionario.

Y lo más interesante (y actual) del testimonio umbraliano se lo da sin duda la postura clara y diáfana que fue siempre la suya en defensa de la lengua (literatura) castellana -o en otros términos, de la lengua española...de la península- frente al boom latino/ché de los sesenta y también frente al catalanismo y al ascenso rampante de antiguo, desde los inicios de la posguerra, del catalán a expensas del castellano en Cataluña. Y ese aspecto todo menos trivial de la biografía umbraliana que aquí menciono nos da sin lugar a dudas la clave de la animadversión que respiraba Umbral hacia la figura de Dionisio Ridruejo tal y como se deja traslucir en innúmeros pasajes de sus escritos y en particular de algunas de sus novelas guerra civilistas (como "la Leyenda del César Visionario", "Capital del dolor" y sobre todo en "Madrid 1940") Ridruejo arrastró siempre (hasta el final de su vida) un serio problema -"cacao mental" se decía cuando yo andaba en la universidad- por cuenta de la democracia (teoría y práctica) y en paralelo se me antoja que arrastró tal vez otro aún mas profundo y complejo por cuenta de Cataluña y del catalán en sus relaciones con el resto de España y con la lengua castellana.

Y significativo (y sintomático) en extremo lo es -dentro de una relativamente escasa producción editorial- su traducción al castellano de una obra en catalán "El cuaderno blanco" de José (o Josep) Pla, que intenté leerme de un tirón no hace mucho y desistí del empeño al cabo de un momento y de tragarme algunos de sus capítulos. De la poesía que promete del Cara al Sol a la prosa sabrosa y no menos prosaica y a ras del suelo de un autor anti-heroico si los haya en el panorama de las letras españolas contemporáneas, y en catalán para mas señas. "Para un viaje así, querido Sancho (...)", de verdad que no se me ocurre otra glosa. ¿Un itinerario estrictamente personal el de Ridruejo -en relación con Cataluña me refiero- sin nada que ver con el sustrato mental e ideológico que fue el de la Falange primitiva y en particular el de su fundador José Antonio Primo de Rivera? No me lo creo o digamos que dejé de créermelo (...)
Luys Santamarina, un exponente casi único (rara avis) de la Falange catalana de antes de la guerra, no debieron ser muchos más que él, por lo que se deduce. ¿Por qué firmaba si no era catalán, ni de origen ni de nacimiento -la pregunta del millón- traduciendo en catalán su nombre de pila (o lo parecía)?
José Antonio -algunos no dejan de recordarlo raudos ahora- se deshizo en elogios y ditirambos y efluvios líricos hacia Cataluña y los catalanes durante su vida publica, como también con los vascos (aunque menos) Y el detalle no hace menos flagrante si cabe el fracaso (clamoroso) que fue el suyo personal y de su partido en relación con Cataluña. La Falange de antes de la guerra reclutó por todas partes en suelo de la Península, en unos sitios más que en otros, pero la excepción clamorosa lo fue sin duda Cataluña -y en particular la ciudad de Barcelona-, donde al estallar la guerra no contaba mas que con núcleos reducidos, y pocas individualidades (de las que no me viene a la mente más que el nombre de Luis (o Luys, como él se hacía llamar) Santamarina, un santanderino afincado en Cataluña (...)

¿Y por qué el fracaso aquél (tan estruendoso)? Sin duda por la visión edulcorada a la que hice alusión al principio, que no dejaba de formar parte del legado familiar del fundador, y me refiero en particular a la Dictadura y a su progenitor el general Primo de Rivera, capitán general de Cataluña en el momento de la proclamación de aquella que se saldaría con un innegable fracaso histórico, más clamoroso aún si cabe en aquella región española en donde había tenido precisamente su nacimiento? Y el fracaso "catalán" de la Falange muestra e ilustra con creces que su fundador no supo sacar partido ni aprenderse la lección de ese otro fracaso/catalán de la Dictadura sin duda, por lo que fuera, pero lo fue en parte sin duda también por un inhibicionismo innegable en materia lingüística que les impidió emprender campañas vigorosa de reivindicación y de exaltación del castellano en Cataluña, de gran rentabilidad política como lo hubieran sido, y no hay que ser un lince para adivinarlo.

Tales agua tales lodos. Porque está claro que el factor principal de agravación del desafío separatista en Cataluña lo es hoy como hace treinta años el régimen de immposición (o "normalización") lingüística en favor del catalán y en detrimento del castellano, que habrá venido aplicando desde entonces, sin pausa ni descanso, despacito y buena letra, la Generalitat de Cataluña. Piensen lo que piensen algunos españolistas (de boquilla mas bien) residentes o nacidos en Cataluña (...) A propósito ¿Por qué no se pronuncia nunca sobre ese tema Ferruz, icono (en vida) del falangismo/catalán al que reservé la última de mis crónicas? ¿Acaso porque sabe que así se le vería el plumero -una vez más- un poco más de la cuenta? (es broma)

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